Pensamientos. Parte I

Hay dos cosas que no cambian en mi vida cuando paso por una mala época, la primera, siempre escribo, la segunda que me paso las noches en vela.

Supongo que escribiendo unos cuantos pensamientos, mi mente se descarga y se relaja. Y es que, la verdad, debería estar escribiendo sobre Michael Walzer, sobre su concepto idílico de justicia, analizando las razones de por qué, los hombres, vamos a una guerra. Pero la verdad, no me apetece, estoy cansada, cansada de Michael Walzer y de todo en general.

A veces pasamos por malas épocas, nos atascamos en pensamientos o en cosas, nos ofuscamos y no somos capaces de ver más allá de los que nos da nuestra propia nariz. Pero, ¿nos conformamos con analizarlo o buscamos culpables? pues a veces, ni eso, a veces lo único que queremos es encontrar una solución. Pero no llega.

Hay cientos, que digo cientos, miles de libros que te dicen algo tan sencillo como, "si tienes pensamientos positivos las cosas buenas llegarán solas". Una verdad no tan categórica en la que preferimos creer ante la pregunta retórica de "me dejo las venas largas o me las corto". 

Y es que las cosas, a veces, se tuercen tanto que no somos capaces de salir de la ofuscación que nos produce.

Será cuestión de tiempo, o será que la vida nos da una patada en el trasero, o puede que los libros de auto-ayuda funcionen y realmente somos extremadamente negativos, solo atraemos cosas malas. O simplemente, hay que darle tiempo al tiempo.